martes, 9 de julio de 2013

Donde esté mi paraíso

Su cuerpo, delgado y moreno, tan dorado que refulgía a la luz entrometida del sol que incidía en sus ojos verdes fuerte y traspasaba el alma humana de esa diosa terrenal cuando llegaba por las persianas tímidas que buscaban, en su cama, el purgatorio. Y en su cuello todo un paraíso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario