domingo, 25 de octubre de 2015

Crcnstncs

 Y de repente articulaba en sus labios una idea pobre, carente de pensamiento y, aunque no lo pudiera entrever, nada humilde: ``Eso es como todo`` musitó a su receptor, segundos antes emisor de una realidad social que le afectaba  directamente y le atacaba cada noche en ansiosa preocupación al conciliar un sueño de baja calidad. Y este receptor, algunos segundos atrás emisor, como ya he dicho, hizo una mueca dolorida, revestida de disimulo y algo de estupefacción. Y el receptor de aquella, antes emisor pero, al principio, ya saben, receptor de una realidad social que no ha de ser (aunque pudiera) aquí mentada, diose  cuenta de que el dolor de aquella mueca había sido, antes de si misma, ya justificada; diose cuenta de que el filósofo tenía razón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario