domingo, 2 de febrero de 2020

Carretera


La maraña de luces en la noche ofrecía la ciudad, a lo lejos, como una postal preciosa y tranquilizadora, pero ninguno de los dos pudo darse cuenta. En la radio sonaba because I´m happy[1] y su agradable y positiva melodía se mezclaba con el repetitivo y paranoico sonido de los cuatro intermitentes. Las marcas de neumático en el asfalto tenían forma de S. Solía conducir ella, sobre todo de noche, pero esa noche se encontraba demasiado cansada y le pidió a él que le hiciera el favor de conducir. Ahora ella, sentada en el asiento del copiloto, se miraba sus propias manos, posadas en los muslos y entrelazadas. Durante un largo rato no quiso levantar la cabeza. Él intentó pensar un por qué a lo que acababa de ocurrir. Primero se había quedado en estado de shock, mirando largamente al volante, sin decir ninguna palabra ni con la boca ni con la cabeza. Después le pareció inadmisible. Y finalmente le resultó preocupante. Llevaban más de quince años casados. Él intentó pensar en algo que hubiera dicho en la cena. Algo que había podido molestarle, pero no encontró nada. Sus corazones latían a un ritmo demasiado rápido, pero sus cuerpos y sus rostros parecían muertos. Mientras iban por la autovía, a ella le había sobrevenido un pensamiento intrusivo. Le había pasado más de una vez y, conversando con diferentes personas en diferentes momentos de su vida, había llegado a la conclusión de que no era algo extraño. Incluso había tenido esa conversación con su propio marido y habían reído porque era una situación que ambos habían experimentado. Pero esta vez ella lo había materializado. Había dado, sin previo aviso, un volantazo en plena autovía desde el asiento del copiloto. La maniobra de su marido, sorprendido, los había llevado hasta el arcén. El suelo de gravilla antideslizante los había salvado de una muerte segura. Ninguno de los dos escuchó los pitidos de otros coches. Ella se miraba las manos. Él no sabía que decir. La agradable temperatura dentro del coche, gracias a la calefacción, los sumió en un leve estado de letargo. Con la mirada perdida, ella salió del coche y volvió a entrar por una de las puertas de los asientos traseros. Se puso el cinturón y se tumbó sobre sus propios brazos. Él se frotó la cara y decidió que lo mejor era hablarlo todo en casa. El resto del trayecto lo hicieron en silencio. Él no volvería a conducir de noche jamás.



[1] Título de la canción: Happy.
Cantante: Pharrell Williams.
Álbum: GIRL.
Compositor:  Pharrell Williams.
Discográfica: Back Lot Music, Columbia.
Año: 2013.
Género musical: Neo Soul.


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